La compañía reivindica el títere como herramienta para crear conciencia en los espectadores y el poder de las marionetas para decir lo que quieran, porque a ellas no se las cuestiona. La técnica titiritera empleada en este espectáculo es el títere de varilla superior como forma de crear desapego con el manipulador que permanece invisible. Todos los títeres del montaje se manipulan de este modo salvo la ballena, que se anima con hilos. La creación del espectáculo ha llevado consigo un proceso de investigación sobre el movimiento y la articulación de cada pezsonaje.